La Agencia Espacial Europea pronto enviará JUICE, o JUpiter ICy moons Explorer, en una misión para explorar Júpiter y tres de sus 79 lunas. Los tres satélites son Europa, Callisto y Ganimede. Programado para lanzarse en abril de 2023, JUICE despegará en un cohete Ariane 5 y comenzará un viaje de 7,6 años que culminará en el gigante gaseoso.
Las atracciones gravitatorias de Venus y la Tierra ayudarán a ajustar la velocidad y la trayectoria de esta sonda, que transportará algunos de los instrumentos geofísicos y de detección remota más poderosos jamás volados al sistema solar exterior. El mes pasado, el centro de pruebas de la ESA en los Países Bajos utilizó un modelo a escala 1:18 de JUICE para probar uno de los instrumentos que utilizará JUICE, RIME, también conocido como Ice Moon Radar. RIME utilizará un radar de penetración de hielo y una antena de 52 pies de largo para mapear la estructura del subsuelo de estos satélites, hasta aproximadamente 5,6 millas de profundidad.
Para la prueba, el modelo se colocó en una habitación con paredes de metal que bloqueaban las señales de radio entrantes, mientras que una capa de espuma negra y espinosa absorbía las señales de radio en el interior o las señales salientes. Esta dicotomía ayudó al equipo de JUICE a simular tanto la gran apertura del espacio como los desafíos que la nave espacial podría enfrentar durante la misión.
Se han enviado sondas espaciales para estudiar Júpiter desde principios de la década de 1970, pero el próximo año, JUICE será la primera en orbitar la luna del planeta. La misión, junto con el servicio JUNO de la NASA, que se extendió recientemente hasta 2025, elevará a 10 el número total de sondas espaciales alrededor de Júpiter, convirtiéndolo en uno de los sitios más visitados de nuestro vecindario cósmico.
Júpiter y sus lunas siguen siendo destinos de investigación populares, en parte porque su ubicación en el sistema de Júpiter es conocida por su amplia diversidad ambiental. Sitios como Calisto, Europa y Ganímedes, donde los científicos ya sospechan que hay océanos interiores, han sido visitados por sondas, que revelan detalles sobre la habitabilidad de los mundos helados y nuevas pistas.
Además de investigar las condiciones que podrían crear estos entornos habitables, el objetivo principal de la nave espacial será observar la atmósfera y la magnetosfera de Júpiter, la región dominada por el campo magnético del planeta. Pero ahí también es donde las cosas pueden complicarse. Para que la misión tenga éxito, JUICE tendrá que ser capaz de soportar el estrés físico de estar tan cerca del gigante gaseoso. La magnetosfera más grande de Júpiter, o cinturones de radiación, es tan poderosa que puede causar daños significativos a los instrumentos sensibles que se transportan en las naves espaciales.
Para asegurarse de que esto no suceda, JUICE ha sido diseñado teniendo en cuenta el duro entorno de Júpiter. Un escudo de aluminio de cientos de libras de espesor protege sus regiones más sensibles y, al no caer nunca por debajo de la órbita de Europa, planea permanecer fuera del cinturón principal de radiación del planeta durante la mayor parte de las operaciones de su misión.